Cap. 3 "Días felices"

Tres semanas después del cara a cara con las Hijas de Amaterasu

Otro día comenzaba.

Tras aquel día, los duros golpes de aquella chica me habían dejado muy grave. He de decir que no hubo ni un sólo día en el que Mai no me visitase. Además, Yoruno e incluso Kaien, se dejaron caer por mi habitación.

A pesar de las recomendaciones de los demás, y las 2 semanas de reposo que me diagnosticaron, no habían pasado tres días cuando ya estaba en pie. Me aguantaba el dolor a duras penas e iba, diariamente a entrenarme, sólo.

Los golpes de aquella chica no sólo me habían derrotado físicamente...

Así que, allí estaba, como cada mañana después de aquel día, entrenando en una zona un tanto apartada del campus.

Kokoro se acercó, dando saltitos mientras perseguía una mariposa cuando te vio y se acercó sonriente, saludándote con la mano

-¡¡¡Buenos días, buenos días Tako-kun!!!

Llega a tu lado y se queda mirándote -¿Te encuentras bien como para entrenar?…¡eres muy fuerte!- ella sonríe de nuevo, aunque ves como se pone seria y salta hacia un lado, tratando de coger la mariposa y cayendo al suelo en el proceso

-Ay, ay ay…que daño- se sienta en posición de seiza y te mira -¿Sabes como usar tu ki, Tako-kun?

Cuando veo caer a la chica hice ademán de ir a cogerla antes de que tocara el suelo, pero a pesar de sus ''quejas'' no parecía haberse hecho daño.

Sin parar de entrenar, sólo me detuve unos instantes para mirar a la chica y hablar.

-Aún no...No estoy muy seguro...

La chica comienza a liberar su ki. Del suelo surgen espinar de color verde que se enroscan a tu alrededor, sujetándote firmemente mientras brotan las rosas, impregnando con su olor el ambiente

-Este es mi ki…y solamente conseguirás romper su "manifestación " imponiendo el tuyo propio…que debería salir por instinto

Sentía como podía notar la presión en mi cuerpo. Cada vez me costaba más respirar.

Sin embargo, sentí como una fuerte energía fluía en mi interior y como si de una olla a presión se tratase, explotó simultáneamente hacia el exterior.

Unas espadas surgieron, cortando las espinas y disolviendo las rosas en pétalos. Kokoro se quedó mirándote antes de aplaudir levemente, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Vaya...gracias...No estoy muy seguro de lo que acaba de ocurrir, pero sí sé que ha sido gracias a ti.

Y mi rostro fue casi un reflejo del de la chica, devolviendole una amplia sonrisa.

Yoruno se acercó, lentamente mientras silbaba

-¡¡¡Buen día a las felices personas d ahí!!!…¿Puede un fatigado caminante sentarse con vosotros?

Sin esperar respuesta se acercó y se sentó en el suelo, mientras de su kimono sacaba una botella de sake y comenzaba a beber. Tras darle un largo trago dedica una mirada cariñosa a la botella

-aaaah…que haría yo sin ti- guarda la botella y sonríe, mientras Kokoro le dedica una mirada extraña. Yoruno parecía muy contento por algún motivo.

-Vaya animosidad desde tan temprano Yoruno.

Digo, mientras le miro sin poder evitar una mirada divertida a su actitud.

Yoruno sonríe

-Han llegado buenas noticias…a Kaien van a nombrarle Rey de los Guerreros- coge aire y grita a todo pulmón -¡¡¡Viva Kaien Hitokiri, Rey de los Guerreros!!!, ¡¡¡Vivan los Dragones de Hiroshima, la banda más poderosa!!!

Kokoro se levanta y comienza a bailar y a aplaudir, gritando de alegría en mitad de un canto.

-¿Qué hacéis?- la voz es fácilmente identificable como la de raito, que se acerca lentamente con una sonrisa de oreja a oreja. Tras contarle Kokoro lo que hacen y el motivo, Raito mira a Yoruno fingiendo enfado-¿Así que te has ido de la lengua, eh?

-¿Pero eso es estupendo no?

Dije, contagiándome de la alegría de todos.

Tras permanecer un rato hablando todos vais a la torre. Aunque para vuestra decepción la única que tiene permitido pasar al quinto piso es Kokoro.

Los demás os unís a la fiesta que celebran los Dragones, que dura hasta bien entrada la noche.

Lo cierto era que aún me dolían algo mis heridas, pero eso no me impidió disfrutar de una buena noche. Aunque había algo que rondaba mi cabeza.

¿Por qué justo ahora?

Kaien no bajó en todo el día, tampoco Kokoro, y solamente Raito subió para llevarles algo de comida y bebida.

Un chico se te acercó, era 10º oficial y su nombre era Mirari. Sacó un cigarrillo y lo encendió, sentándose a tu lado

-¿También te extraña a ti?

Echo el humo hacia un lado y te miró.

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-Pues la verdad es que sí...

Dije, no sin antes haber pensado durante un rato.

-¿Por qué lo dices?

Él sonríe, subiendo las gafas, de tal forma que le aplastan el pelo, quedando este casi cubriendo sus ojos

-Es sencillo…es un pensamiento que se les ha pasado por la cabeza a muchos de los Dragones- da otra calada y continúa, mirando a los demás bailar, beber, comer, cantar etc -Llevamos demasiado tiempo peleando para que esto tenga un final tan sencillo y conveniente…es lo que todos piensan pero nadie dice

Echa el humo, le intuyes una edad cercana a la tuya, pero por su actitud y maneras parecería más viejo

-Y encima kaien-sama se niega a bajar con nosotros y hacernos participes de sus pensamientos o acciones…será así estos días creeme- el chico parece hablar con reverencia de Kaien, una reverencia que roza el fanatismo.

Él apaga el cigarro aplastándolo con su talón, con rabia

-Todo esto no es más que una trampa, acuerdate- al cabo de un rato se levanta y se marcha, mientras mai se acerca para que bailes con ella.

Me quede mirando al chico mientras se alejaba, pensando en sus palabras. Después, pude ver como Mai me hacía un gesto para que bailase con ella, así que fui hasta ella y comencé a bailar.

Tras la noche de fiesta la mañana se presenta nefasta. La mayoría de Dragones tiene agujetas, resaca, la cama manchada de vómito o demás.

Escuchas en el piso de los videojuegos a alguien con música puesta a todo volúmen y jugando a un shooter muy ruidoso mientras ríe a carcajadas. Obviamente es Yoruno.

Tras levantarme a duras penas de la cama, voy hacia el piso de los videojuegos. A pesar de no haber bebido ni una gota de alcohol en toda la noche, noto mi cuerpo bastante cansado.

Esta Mai...casi acaba conmigo

Al llegar a la sala, mis sospechas se confirmaban, ahí estaba Yoruno, montando escándalo desde primera hora de la mañana.

-¿Cómo va la partida Yoruno?

Digo, mientras me trato de colocar un poco el pelo y me siento a su lado, tratando de ignorar el enorme ruido.

Yoruno te mira mientras en el juego lanza una granada contra unos bidones explosivos, solo por la explosión.

-¡¡¡DE PUTA MADRE, ¿QUE TAL ESTÁS TÚ, COLEGUITA?!!!

Pronto los dragones comienzan a despertar y una silla plegable se estrella contra la cabeza de Yoruno, que cae hacia delante, con la baba cayéndole de la boca mientras kokoro alza la silla otra vez

-¿No sabes que los ruidos fuertes y la falta de sueño afectan al cutis?

Con el rostro pálido, observo la cara de Yoruno, y con miedo, miro a Kokoro. Muy,muy despacito, voy alejandome de la escena, sin que se note demasiado...

Yo no sé nada...

Korkoro te dirigió una mirada, la mayor parte de su cara estaba envuelta en sombras y sus ojos brillaban amarillos

-Tú…apaga todo esto- tras dejarte sudando mediante el tono de voz y la amenaza de la silla se fue, saltando y tarareando una cancioncilla.

-Jooodeeer...

Apagué el televisor y la consola, mientras miraba a Yoruno.

-Hey, Yoruno chico, ¿estás bien?

Sabía que no...

Yoruno alza el dedo pulgar de la mano derecha

-E……esto…y…bien…- Mai le pisa sin verle y el aullido de Yoruno se alza en el aire.

Mai se disculpa rápidamente y se sienta en el sofá, mirandoos

-Sois unos payasos chicos…no es de extrañar que Kokoro esté tan cabreada…aunque comparado con el cabreo de kaien lo suyo no es nada- al reparar en vuestras miradas suelta una risita y añade -Es que Kokoro y Raito van a llevarle de compras, le han dicho que tiene que vestirse decentemente para la ceremonia de coronación

Vuelvo a mirar aterrado al pobre Yoruno y una gota de sudor frío recorre mi frente...

-Va...vaya...Entiendo. - Digo mirando a la agradable chica.

-Me puedo imaginar el mosqueo que tiene encima.

Escucháis gritos que parecen venir del ascensor

-¡¡¡RAITO, HIJO DE PUTA ME HAS ENGAÑADO, NO VAMOS DE COPAS, VAMOS A COMPRAR ROPA!!!

Acto seguido se escucha el sonido de una mano al abofetear repetidamente unas mejillas y el ruido cesa.

Una nueva gota de sudor frío, más intensa, recorre mi nuca... Casi con miedo, me giro leeentamente hacia el ascensor, a ver qué ha pasado, a pesar de que me lo podía imaginar.