Cap. 2 "Consecuencias y enfrentamientos"

Segundo capítulo de la Saga 1: El comienzo.

Tras una noche más bien corta, había descansado lo suficiente para recuperar la energía gastada el día anterior.

Me levanté de la cama y me desesperezé para ir a desayunar. Fui hacia el comedor y pude ver al resto de la banda reunidos para el desayuno. Una vez allí, me serví un zumo y una fruta y busqué un lugar para comer.

Todos están sentados en las mesas, y Mai te hace un gesto para que te acerques a la suya, en la que están sentados Yuuto, Kokoro, que mira un espejo y se peina el pelo, Yoruno que juega a los naipes con Kaien.


-¿Qué tal la primera noche?- te pregunta Mai sonriente.

-Bien, He descansado muy bien.

Me sentía muy cómodo entre ellos, agradecí que me ofrecieran el sitio y saludé al resto antes de sentarme.

Yoruno te mira y sonríe levemente

-Hoy tendremos el combate para establecer tu rango…- señala a Kaien con el dedo gordo y lo retira antes de que este se lo pinche con un tenedor -El jefe y el señorito- señala a raito, que le echa una mirada divertida -Han insistido en la tradición del combate…¿Te parece bien dentro de dos horas en la azotea?

Pasan dos horas.

Al subir a la azotea ves que allí se encuentran Mai, Raito y al menos tres docenas de guerreros más formando un círculo, en cuyo centro se encuentra Yoruno.

El cuadrado de la azotea está rodeado por vayas, contra las que se apoyan los miembros de la banda, observando con expectación.

El rubio te mira sonriendo

-nadie me ha derrotado en un combate por rango…solamente Mai y Raito

Su tono de voz es juguetón, pero sus ojos brillan con una amenaza nada disimulada.

-Se hará lo que se pueda entonces.

Fueron las palabras que pronuncié justo antes de que en mi cara se volviese a dibujar la misma sonrisa del día anterior durante el enfrentamiento con la otra banda.

Él sonríe

-¿A qué esperas?…ven hace un gesto con la mano invitándote a avanzar, pero con rapidez ves como se quita el gorro y lo muestra en diagonal, rebotando los rayos en unas placas metálicas y cegándote.

Escuchas su risa y lo sientes e escasos centímetros de ti, a la izquierda.

Sin perder ni un sólo segundo, doy un salto hacia atrás y trato de encararlo nuevamente para lanzar un golpe.

El sonrie y da dos golpes al suelo con los pies, desprendiéndose la parte del geta que debería tocar el suelo y quedando en su lugar unas cuchillas.

lleva una mano a su cinturón y con un movimiento rotatorio se lo quita, arrojando la tela a la altura de tu cara y la cadena que se escondía dentro de ella contra tus rodillas.

Se quita el gorro y con rapidez se pone las cuchillas metálicas en las manos antes de hacer el pino y avanzar hacia ti, con las cuchillas de los geta destellando.

Consigo dar un leve salto, lo justo para evitar que me golpease con la cadena y coger impulso para dar un nuevo salto, este aún mayor, con la intención de caerle en una abertura de la posicion de Yoruno, teniendo uno de los pies por delante para golpear.

El se deja caer al suelo, haciendo que le pases por encima y desde su posición gira y te golpea con una mano en la espalda, dejandote un corte tan fino como el de una hoja de papel.

riendo se pone de pie y mira su cuchilla, sonriente

-Has conseguido esquivar mi primer combo…sorprendente

Adelante la mano y la pierna izquierda, esperando.

Puedo notar el frío y fino metal rasgando mi piel de forma casi imperceptible. Aún así, eso no me detiene, giro sobre mis talones, y avanzó nuevamente hacia Yoruno, a toda velocidad y zigzagueando.

Él se ríe y te lanza el sombrero a plena cara, justo antes de enterrarte el codo en el estomago.

Notas un chasquido, posiblemente alguna de las costillas se ha fracturado.

-No tiene caso que sigas peleando- se agacha para recoger su sombrero caído, dándote la espalda.

El duro golpe me hace retroceder unos pasos. Ignorando las palabras de Yoruno, alzo una mano y la llevo hacia mi magatama.

-Tamashi no Toushi...

Susurro entre dientes, justo antes de arremeter nuevamente hacia Yoruno. Esta vez, durante la carrera, consigo agacharme y extender uno de mis brazos para recoger la tela del cinturón de Yoruno y repetir su misma jugada. La lanzo hacia el rostro de Yoruno mientras salto hacia a él, girando en el aire y lanzando una patada con todas mis fuerzas.

Yoruno lanza el sombrero contra la tela y lanza una patada lateral, pero tú no estás dónde él esperaba. gira y lentamente vuelve a girar, quedándo de cara a ti y afrontando el golpe como un hombre.

Sale volando y se estalla contra el suelo, quedándose allí tendido, sin respirar.

Cuando aterricé, el cansancio se había hecho presa de mí. Estaba totalmente agotado. Al ver el cuerpo de Yoruno, no supe muy bien que hacer, asi que primero esperé unos instantes, antes de acercarme cautelosamente hasta él.

Uno de los demás se acerca y le toma las pulsaciones, levantándose y gritando

-¡¡¡Está muerto!!!, ¡¡¡No noto su ritmo cardíaco!!!

Un momento después Yoruno se ha levantado y se ha enroscado literalmente a su alrededor, tras haber dislocado todas sus extremidades, clavando las cuchillas de los pies en los empeines, las de las manos entre las costillas para seccionar los pulmones, y con su senbon picando la yugular.

tras darse cuenta de que no eres tu vuelve a colocar sus articulaciones y se suelta, dejando caer al suelo al miembro muerto y frotándose el lugar dónde le impacto tu patada.

Ver aquella escena tan dantesca me paralizó. El silencio se había apoderado del lugar y sólo se veía mancillado por el sonido de los huesos de Yoruno al volver a su sitio.

Yoruno sonríe y se acerca, tras haber vuelto todas su trampas a su sitio te tiende la mano

-¿Estás bien?…nuestro nº 12 ha sufrido un percance- echa un vistazo al cuerpo y vuelve la vista hacia tí, mientras con la lengua se limpia la sangre que le ha salpicado los labios y en sus ojos brilla una alegría siniestra -¿Te gustaría suplirlo?-.

-Sí...estoy bien.

Dije llevándome una mano a la costilla.

-Depende con qué te refieras con lo de ''suplirlo''

él se echa a reír

-Tú serás el nuevo nº 12…estará bien contar con tu sentido del humor- se aleja riendo aún, acompañado por los demás, menos Mai, que se acerca junto a un chico con gafas para comenzar a curarte.

-Ese Yoruno es un tramposo- dice el chico con gafas, sacando una jeringuilla y pinchándote en un brazo, mientras Mai sonríe

-no es un tramposo cualquiera, es el mejor de los tramposos- te venda el torso tras ponerte una crema calmante en la zona dolorida.

-Muchas gracias.

Digo amablemente mientras trataba de moverme lo menos posible y miraba cómo se alejaba Yoruno.

Todo un personaje...

El chico de gafas inyecta un líquido y luego se pone en pie, ayudándote y pasando u brazo sobre sus hombros, haciendo de muleta.

Mai recoge unos pequeños kits médicos y comenzáis a moveros para bajar al piso de descanso.

-Gracias, de verdad.

Empiezo a andar,tratando de acompasarme al ritmo del chico para evitar los trompicones.

El chico niega con la cabeza

-No es nada…quedate en tu cama y descansa un momento…Mai te llevará la comida

La ninja asiente mientras bajáis en el ascensor.

A cada momento que pasaba notaba que aquél era mi lugar. Llevaba tiempo buscándolo...

Hice caso al chico y me acosté sobre mi cama, a la espera de Mai, aunque me sentía mal que se ocuparán de mi.

Mai llegó con un obento en el que había un poco de todo, tras él llegaba Yoruno, con un vaso de té

-¿Te encuentras bien?- pregunto el rubio sonriente, pasándote el vaso mientras Mai se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas.

-Sí, gracias. ¿Qué tal estás tú?

Pregunté, aunque más bien por cortesía que por auténtica intriga, saltaba la vista que estaba mejor que yo.

Cuidadosamente, tomé el vaso que me acercaba y di un ligero sorbo.

-De veras, no teneis por qué hacer todo esto. Estoy bien.